20.5.10

Rafael Cadenas - Poesía desde Venezuela





Derrota

Yo que no he tenido nunca un oficio
que ante todo competidor me he sentido débil
que perdí los mejores títulos para la vida
que apenas llego a un sitio ya quiero irme
que he sido negado anticipadamente y escarnecido por los más aptos
que me arrimo a las paredes para no caer del todo
que soy objeto de risa para mí mismo
que creí que mi padre era eterno
que he sido humillado por profesores de literatura
que un día pregunté en qué podía ayudar y la respuesta fue una risotada
que no podré nunca formar un hogar, ni ser brillante, ni triunfar en la vida
que he sido abandonado por muchas personas porque casi no hablo
que tengo vergüenza por actos que no he cometido
que poco me ha faltado para echar a correr por la calle
que he perdido un centro que nunca tuve
que me he vuelto el hazmerreír de mucha gente por vivir en el limbo
que no encontraré nunca quién me soporte
que fui preterido en aras de personas más miserables que yo
que seguiré toda la vida así y que el año entrante seré muchas veces
                                                                   más burlado en mi ridícula ambición
que estoy cansado de recibir consejos de otros más aletargados que yo
que nunca podré viajar a la India
que he recibido favores sin dar nada a cambio
que ando por la ciudad de un lado a otro como una pluma
que me dejo llevar por los otros
que no tengo personalidad ni quiero tenerla
que todo el día tapo mi rebelión
que no he hecho nada por mi pueblo
que  me desespero por todas esas cosas y por otras
                                                           cuya enumeración sería interminable
que no puedo salir de mi prisión
que he sido dado de baja en todas partes por inútil
que en realidad no he podido casarme ni ir a París ni tener un día sereno
que me niego a reconocer los hechos
que siempre babeo sobre mi historia
que soy imbécil y más que imbécil de nacimiento
que perdí el hilo del discurso que se ejecutaba en mí y no he podido encontrarlo
que no lloro cuando siento deseos de hacerlo
que llego tarde a todo
que he sido arruinado por tantas marchas y contramarchas
que ansío la inmovilidad perfecta y la prisa impecable
que no soy lo que soy ni lo que no soy
que a pesar de todo tengo un orgullo satánico aunque a ciertas horas
                                               haya sido humilde hasta igualarme a las piedras
que he vivido quince años en el mismo círculo
que me creí predestinado para algo fuera de lo común y nada he logrado
que nunca usaré corbata
que no encuentro mi cuerpo
que he percibido por relámpagos mi falsedad y no he podido derribarme,
                                               barrer todo y crear de mi indolencia, mi flotación,
                                               mi extravío una frescura nueva, y obstinadamente
                                               me suicido al alcance de la mano
me levantaré del suelo más ridículo todavía para seguir burlándome de los otros
                                               y de mí hasta el día del juicio final.



Rafael Cadenas es poeta, traductor y catedrático venezolano nacido en Barquisimeto, Lara, en el año de 1930. Desde muy joven se inclinó por la literatura y acogió tempranamente el riesgo político. Por su militancia comunista se exilió  en Trinidad  y sólo regresó a Caracas en 1957. Trabajó como profesor de literatura inglesa y española. Ha viajado además por diferentes países de América y Europa y ha traducido a Lawrence, Nijinski, Whitman, Cavafy y otros. Dueño de un lenguaje mágico y depurado, su obra lo sitúa como uno de los grandes exponentes de la poesía modernista  hispanoamericana. De sus libros de poesía y ensayo merecen destacarse, "Los cuadernos del destierro" en 1960, "Falsas maniobras" en 1966, "Memorial" en 1977, "Intemperie" en 1977, "Anotaciones" en 1983, "Amante" en 1983, "Dichos" en 1992, "Gestiones" en 1992  y "Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística" en 1995. Recibió la beca Guggenheim en 1986 y el doctorado Honoris Causa de la Universidad Central de Venezuela. Su obra ha sido galardonada con premios importantes entre los que se cuentan el Premio Nacional de Ensayo en 1984,  el Premio Nacional de Literatura en 1985,  el Premio San Juan de la Cruz en 1991 y el escritor venezolano Rafael Cadenas ganó el Premio FIL de Literatura y Lenguas Romances 2009 que otorga cada año la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en México.

Arte por Leo Lobos, mayo 2010.

18.5.10

José Ángel Leyva - poesía desde México

 

LÍNEAS

Entre dos puntos la línea divide un infinito
los límites de un cuerpo
                  de un volumen
el comienzo de la imagen
El pincel con fibras asombrosas
se desliza entre espectros de manos dibujantes
Durero Leonardo Doré Shitao Klee
Alambres nerviosos del silencio
Caligrafías de los sentidos y del sueño

Un lápiz desmadeja las formas informales
el presente amorfo de recuerdos del futuro
las rayas de la palma y de los dedos
en cuevas muros y peñascos

En las manos que escriben va la suerte
del grafito con su punta desgastada
Resistencias cuerdas filamentos espirales
encendidas por Ariadna en las cavernas
en la mirada medio humana de la bestia al descender a la rúbrica y al trazo
la línea es frontera y es principio
de quien escribe y dibuja sus fantasmas



*



José Ángel Leyva nació en Durango, México, en 1958. Co-director de la revista de poesía Alforja. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía "Olga Arias" con el libro Entresueños, en 1990, y en 1994 el segundo lugar en el certamen nacional de poesía convocado por la Universidad Veracruzana. En 1999 recibió el premio del XXIX Certamen Nacional de Periodismo, en el área de reportaje cultural, otorgado por el Club de Periodistas. Ha publicado los libros de poesía: Botellas de sed, 1988; Catulo en el Destierro, 1993; Entresueños, 1996 y El Espinazo del Diablo, 1998. Autor de otros libros como El admirable caso del médico curioso: Claude Bernard, 1991; El Naranjo en flor. Homenaje a los Revueltas, 1994; Lectura del mundo nuevo, 1996; El Politécnico, un joven de 60 años, 1996; Ediciones sin nombre, 1999; y la novela La noche del jabalí (Fábulas de lo efímero), 2002. Coordinó y forma parte de los libros Versoconverso (Poetas entrevistan a poetas mexicanos), 2000; Versos comunicantes I y II (Poetas entrevistan a poetas iberoamericanos), 2001; Taga el papalote (libro para niños), 2005; La sombra de lo que va a suceder, 2006. Es autor además de los textos de libros y catálogos de artistas plásticos, entre los que destacan: Leonel Maciel, Guillermo Ceniceros, Carlos Gutiérrez Angulo, Irene Arias, entre otros. Poemas suyos han sido traducidos a otros idiomas: portugués, rumano, búlgaro, inglés, griego.

Nos dice el autor: “La poesía es una revelación, la más honda y humana, la más íntima y universal, nos pone frente a la conciencia de la muerte con la lucidez de cada inspiración del aire. Una revelación gradual, constante, a través del cultivo de un lenguaje estético, cualquiera que sea su soporte, su medio de expresión. Hasta ahora, la palabra escrita alcanza mayores profundidades significativas en ese terreno, pero la poesía está en la esencia de las artes, en la sustancia inconforme de la vida. Desde niño advertí el valor de las palabras, su carga emocional, su fuerza, su energía, su capacidad transformadora y trasgresora, dominante. Pero la palabra hecha poesía era la más amada y la menos dócil, la más común y la menos accesible. Estaba en boca de todos y en boca de nadie, estaba en los libros y en la puerta de mi casa, en la montaña y en la piedra acariciada por el río. Poco a poco fui entendiendo su lugar en el tiempo, en el doblez de la nada, en el gesto de las cosas, en el dolor y en el gozo de la gente, en su tránsito por la memoria. Como en la infancia, estoy persuadido de que la poesía se hermana con el sueño, se desprende del deseo, se vuelve signo, señal, acto creador. Va más allá de quien la invoca, de quien la escribe, de quien la hace, de quien la aprehende: es libre. La persona que se dice poeta o artista no siempre está a la altura de las circunstancias, no siempre corresponde al valor de sus palabras o sus obras. Por eso la verdadera poesía vive, germina sobre la tumba de los muertos, dialoga con el tiempo. Si bien la poesía es una ofrenda, no es inocua, puede cambiar el mundo.”

Arte de Leo Lobos, mayo 2010.

16.5.10

Otávio Afonso - poesía de Brasilia

Sordo compás

busco más allá del zodiaco
el polvo de tu rostro envejecido

busco aves y obeliscos
y sé del grave riesgo
que trae el anverso de la pluma
en el misil que yace
entre un silo y el silencio

busco en el cielo de mayo
el manto blanco de dios
ala suspendida batiendo al sol
el distante azul de la tristeza

mas súbito avanzan
ojivas con alas de tántalo
sembrando la simetría de las orbitas
y el repicar de los láser-tipos
en la entraña de la gastada memoria

Otávio Afonso
Traducción al castellano y arte Leo Lobos

*

Otávio Afonso nació en Porto Velho, Estado de Rondonia, Brasil en 1953. Vivió en Brasilia desde 1980. Fue coordinador de derecho autoral del Ministerio de Cultura. Publicó el libro 13 horas (1978), poemas experimentales junto a los poetas Damário da Cruz e Márcio Salgado. En 1980, fue el primer brasileño en ganar el Premio Casa de las Américas, en lengua portuguesa, con el libro de poesía: Cidade Morta - Ciudad Muerta. Participa del disco Revivencia, de Marluí Miranda, con la letra de la música Imagens. Participó entre otras de la antología Novos poetas Brasileiros, organizada por la poeta Hilda Hilst. Falleció el 5 de marzo de 2008. Dejó en el aire un blog llamado: Chao de Adeus www.ocmas.blogspot.com y varios libros de poesía inéditos.

Del libro: Deste Planalto Central - Poetas de Brasilía. Organizado por Salomão Sousa. Thesaurus Editora, Brasilia - Brasil, 2008.


13.5.10

Domingo Acosta - poesía desde Islas Canarias, España














Luna:
no me mires más
con esas preguntas sin respuesta;
ya no quiero inventar más constelaciones,
ya no puedo llevarte otra noche despejada
y transitar tu luz de caminos desvelados.

Necesito conquistar el sol con otros ojos,
necesito que se rompa el sueño vivo,
que despierte el día en el asombro.

Por eso, te dejo ahora, sola, dormida,
resplandeciendo entre nubes y sombras.

A Juan Carlos Romano

 *

Poema: Domingo Acosta Felipe
Arte: Leo Lobos
2010